
En éste cuarto de hora que no acaba, en que no llegas
Y ya no distingo un “hola” de un “adiós”
Ahora que estás lejos de mi alma y que estoy próximo a tu ausencia
En éste instante en el que me encamino al abismo de la soledad
Ahora que me enfrento a la cobardía de tu desamparo
Ahora, cuando la desesperanza es la que dirige mis pasos hacia ninguna parte
Ahora que tu adiós se llevó consigo mi cordura
Ahora hay un latir de angustia en mi pecho
porque presiento que la noche que habita en tu pelo traerá hasta mi puerta el olvido
No hay comentarios:
Publicar un comentario